Insabi no tiene reglas de compra de medicamentos, revela auditoría
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), entró en operaciones en 2020 sustituyendo al Seguro Popular, no obstante, tras dos años siendo uno de los proveedores de servicios de salud en el país, no cuenta con reglas claras para la compra de medicamentos, entre otras irregularidades.
La auditoría 04/21 realizada a mediados de 2021 a la Unidad de Coordinación Nacional de Abastecimiento de Medicamentos y Equipamiento Médico por el propio Órgano Interno de Control (OIC) de la dependencia, adscrito a la Secretaría de la Función Pública (SFP), encontró varias anomalías en la operación del Instituto.
Dicha inspección identificó que:
“Se carece de los procedimientos y programas de las siguientes actividades:
a) Planes y programas técnico-administrativos para la investigación de mercados para la adquisición de medicamentos, de equipo médico e insumos;
b) Procedimiento para planear, programar y supervisar los procesos de basto de medicamentos e insumos
c) Procesos para coordinar la integración de requerimientos de las entidades adheridas a los procesos de compras consolidadas y
d) Los procesos para coordinar los criterios en la integración de los mínimos y máximos de medicamentos e insumos”
Auditoría 04/21 realizada por el Órgano Interno de Control (OIC) del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi)
Advirtiendo que dichas fallas “podría provocar el desabasto de medicamentos, material de curación, equipo médico e insumo en los hospitales y centros de salud”, señaló el reporte de la auditoría.
Otra observación de la auditoría es que no se tienen definidos cinco procedimientos para las actividades que debe realizar la Coordinación de Optimización y Procesos del Abasto:
La coordinación con unidades administrativas y la promoción de lineamientos correspondientes a los procesos y sistemas de control interno; desarrollo de herramientas tecnológicas; y la efectiva difusión y capacitación de proceso de abasto “implementados a través de una eficiente administración del cambio que asegure sustentabilidad de los mismos y provea una nueva percepción del nivel de abasto otorgado”.
Entre las justificaciones que dio sobre sus deficiencias, la Unidad de Abastecimiento de Medicamentos y Equipamiento Médico se estableció que tenía “cargas de trabajo y falta de personal”.
Asimismo, durante la revisión de contratos se identificó que no había un y control y seguimiento de los mismos. De una muestra de 15 contratos de adquisición y distribución de insumos por un monto de cuatro mil 88 millones 880 mil 818 pesos, reflejó un monto pagado de 635.4 millones de pesos, lo que representa 16 por ciento del total. Es decir, que el instituto adeudaba tres mil 453 millones de pesos, lo que pudo derivar en un desabasto al retrasar el pago a los proveedores.
El OIC señaló también al respecto que la Coordinación de Asuntos Jurídicos no firmó los contratos realizados durante 2020, por lo que no se cuenta con certeza de que lo contratado sea favorable para el Insabi. Además, en caso de que el proveedor incumpla, se puede carecer de sustento contractual para exigir la reparación del daño.